Mi mayor tesoro

Yo no tengo riquezas, no tengo carro, no tengo una casa propia, nunca he tenido una pareja estable, ni estoy cercana a tenerla.

No soy hermosa, no tengo el mejor cuerpo, no tengo un futuro promisorio y muchas veces ni siquiera tengo la intención de buscarlo, tengo un carácter de la chingada, cada vez soy peor de caprichosa y berrinchuda, lo que no fui ni de niña, creo yo.

No tengo el IQ de Einstein, ni la suerte de tener a quien quiera a mis pies, pero si de algo me puedo jactar en mi vida, además de tener una hermosa familia, es de haber estado siempre rodeada de gente maravillosa, que hace mi vida feliz, que no permite que me caiga, que me ha hecho lo que soy, que hace que me sienta plena, a pesar de que cualquiera pudiera pensar que no tengo razones para sentirme asi.

He aquí una prueba fidedigna de que no miento, porque para que alguien haga algo asi por ti, es porque algo bueno has hecho con tu vida en su vida.

LAS AMO CON TODO MI CORAZÓN

Deja todo o deja el fútbol

Amé la frase, pero para mí no es solo para los que están en la cancha, también aplica para quienes están en la tribuna.

Si hablan de que en la cancha hay solo intereses económicos, los hay también en la tribuna cuando es lo único que preocupa, lo que ya se pagó, lo que se gasta y lo que se consume.

Nos la vamos a jugar con lo que hay, asi nos tocó, por la cuestión que sea, malas decisiones, mala economía, LO QUE SEA. Este equipo nos tocó ahora, lo repito:



DEJA TODO O DEJA EL FÚTBOL

Sábado de carretera

Sigue tu camino sin mirar atrás... sonaba en el reproductor del celular. Corría a 120, rebasando a un tráiler que me quiso asustar 100 metros atrás. El acelerador a fondo, cantando a toda voz, disfrutando realmente el relax... hasta que vino el primer semáforo que me obligó a bajar la velocidad.

Entrar a la zona urbana, me empezó a poner nostálgica, me puso a pensar... eso nunca es bueno cuando no se tiene más compañía que la de quienes vienen cantando. Y entre tanto pensamiento entró en mi cabeza la loca idea de tomar resoluciones.

De decirte directamente las cosas como van... lo tomas o lo dejas... como cantaba anoche Wendy: Tómame o déjame. Que sean las cosas, como siempre digo: Si o no, pero YA. Y si la respuesta es no: se chingó, te quería, como dice la Wera y le buscamos por otro lado.

Pero no en este momento, no puedo ahora, no puedo con otro duelo a resolver, después de que mi zona de confort se está deshaciendo, que tengo que empezar a tejer mi vida nocturna con hilos diferentes, que tengo que replantearme tantas cosas. El riesgo vendrá en unos meses más, quizás en ese tiempo obtenga la respuesta, deseada o no, sin tener que ser yo quien habra la boca.

Mientras tanto, sigo disfrutando las sonrisas que se pintan en mis labios, el brillo que emana de mis ojos, aunque sean espejismos que solo cubren la cobardía de no lanzarme de cuernos al abismo y recibir la nube que me salvará a mitad del vacío o el madrazo que seguramente me dejará en coma si llego hasta el fondo.