¿MIS MIRADAS MATAN O NOMÁS GOLPEAN MEDIO FUERTE?

Hace unos días estaba con una amiga y se le ocurrió hacerle una pregunta a un empleado del lugar donde estábamos, la respuesta que recibió la desilusionó y yo pensé, muy para mis adentros, que era poco factible que las cosas sucedieran como él dijo. Acto seguido, corrigió su respuesta, dijo que lo había dicho en broma y las cosas si sucederían como mi amiga quería.

Entonces ella le dijo: ¡Ay, señor, que malo! ¿Por qué juega así con mis sentimientos? A lo que él respondió: Le iba a seguir con la broma, pero la señorita me vió muy feo, así que mejor le dije le verdad.

Y yo con cara de whaaaaaat??? Porque la señorita de mirada fea en cuestión era yo!!! Que si soy capaz de dirigir ese tipo de miradas fulminantes que hacen que la gente quiera que se la trague la tierra, lo acepto, pero ni siquiera recuerdo haber volteado a ver al tipo.

La verdad, en el momento me sentí como insultada, pero así de que casi me pongo a llorar, volteo y le digo a mi amiga: yo no lo vi feoooo, ni siquiera lo viiii!!!!

Como mencionaba antes, si soy capaz de mirar feo o expresarme mal, lo admito, pero en el momento no lo hice, lo cual me puso a reflexionar sobre la imagen que llego a dar a la gente sin intención y, lo que es peor, sin darme cuenta.

Cuando aún era estudiante, me sucedieron cosas parecidas, una vez estaba quejándome amargamente con una de mis compañeras de que cuando nos ibamos de antro a la única que no sacaban a bailar era a mi y me dijo: Pues es que también tienes una cara de que vas a mandar a la chingada al que se atreva a hablarte siquiera.

La verdad, nunca lo había pensado, nunca pasó por mi mente estar dando una imagen tan pero tan inconscientemente y totalmente contraria a la que conscientemente creía dar.

Digo, la verdad, siempre he pensado, si alguien se deja llevar por la primera impresión o por lo que exteriormente refleja una persona y eso es impedimento para acercarse a ella, pues no es una persona que me interese mucho tener en mi vida, la neta, eso de la gente prejuiciosa no va conmigo, pero lo peor es que ni siquiera me pueda dar cuenta de lo que la gente pueda pensar de mi por mi pose, mi mirada o mi actitud en general.

Es cierto, mi cara es un espejo fiel de lo que estoy sintiendo por dentro y además, soy muy criticona, siempre quiero andar metiendo mi cuchara en todo, si a eso le sumamos que soy bastantito sarcástica y de mente muy ágil, que se me ocurre a veces decir cosas que no a todo mundo le resultarán agradables, completamos un cuadro bastante interesante, pero de eso a que ande yo queriendo agredir a medio mundo hay un trecho bastante largo, creo yo.