LA TV REGIA: Hasta el límite del mal gusto

Me confieso una apasionada de la buena televisión. Si, increíblemente, la "caja idiota" tiene sus cosas buenas o que, por lo menos para mi, son productos dignos de ser vistos y comentados.

Ya en alguna ocasión había hablado sobre un concurso que se llevó a cabo en Televisa Monterrey(una televisora de mi localidad), donde buscaban a la "Reina del Reggaeton", entre un montón de muchachitas(algunas demasiado y otras no tan muchachitas).

Y bueno, la cosa no terminó ahí, luego hicieron la versión masculina y en estos días están iniciando con la versión entre jóvenes homosexuales, llamado "El Gay del Reggaeton".

Así, entre concursos de baile dirigidos a diferentes sectores de la población, de canto y belleza entre los conductores del canal, así como polémicas baratas entre mal llamadas "estrellas" salidas del polémico reality show Big Brother y entre los participantes de los ya mencionados concursos, aderezados por las repeticiones y revisiones diarias en casi todos los programas y noticieros del mismo, vemos como el dinero está pésimamente invertido en la televisión local.

Y ninguna cadena se salva, una por ser más vista y otra por ser menos, en realidad son pocos (si no es que inexistentes) los productos dignos de comentarse como una televisión de calidad, ya no digamos bien producida, sino por lo menos con algún contenido que valga la pena ver.

No se trata de que todo sea televisión cultural(aunque en Taller Abierto tenemos una excelente opción), sino de generar entretenimiento que no esté basado en polemizar de manera absurda o hacer ver ridículos a quienes participan en el, que vaya que en estos menesteres, nuestras televisoras se superan día con día.

¿Y la ortografía apá?

Últimamente he venido observando el gran daño que le ha hecho la modernidad a nuestro lenguaje, no solamente por el montón de abreviaturas incorrectas que usamos cotidianamente para escribir en blogs, fotologs, e-mails, sms, etc. sino porque es realmente preocupante lo que sucede en estos medios con nuestra ortografía: ES PRÁCTICAMENTE INEXISTENTE.

Y es que la modernidad o rapidez con la que se mueven estos medios no es excusa para hacer las cosas mal, acá no debería caber esa frase que dicen por ahí "¿qué prefieres, rapidez o precisión? Porque el uso correcto de nuestro vocabulario habla no solamente de haber recibido una correcta instrucción académica, sino de la cultura que poseemos.

Una vez hace algunos años, platicaba con una amiga la desilusión tan grande que le había causado recibir un correo con HORRORES de ortografía de un tipo que le llamaba la atención, siendo ella aún más obsesiva con la ortografía que yo. Igual, una amiga hace poco me comentaba que se decidió a salir con un chico que le insistió bastante, solamente porque al escribirle un mensaje por celular lo hizo con buena ortografía.

Se que a estas alturas, hay poca gente que se fije en ese tipo de detalles, pero precisamente por eso se va perdiendo y, definitivamente, es una muestra bastante nítida de falta de cultura.

Había intentado escribir varias veces sobre el tema, pero lo había dejado pasar, solo que esta semana ocurrieron dos cosas que de plano llevaron al límite ese retortijón en el estómago que siento cada vez que veo algo mal escrito.

Por un lado, en un suplemento PARA UNIVERSITARIOS, la publicidad de una empresa que se dedica a reparar principalmente laptops decía: "RESUSITAR". Si así como anuncian, arreglan las computadoras, en mi vida la llevaría ahí, capaz que quede mal la herramienta para verificar la ortografía.

Y por otro, algo verdaderamente preocupante, fue ver en la calificación de uno de mis primos que cursa el primer año de primaria la palabra "DEMACIADO". Si en esas manos está la educación de los niños que están aprendiendo a escribir, ahora podemos entender por qué la ortografía anda como anda en esta época electrónica.