viernes, 26 de diciembre de 2008

Hoy es uno de esos días...

...en los que necesito desesperadamente que tus brazos me rodeen y calmen la furia dentro de mí, que lo único que quiero escuchar es tu voz diciéndome que el mundo es un asco que no me merece, que deberíamos estar en un planeta nuevo, inventado por los dos, donde pudieses curar mis heridas solo con tu calor.
Pero precisamente hoy, luego de 364 días de alucinación, estoy llegando a convencerme de que el rostro que te di, no te pertenece, a pesar de las señales, incluso las recibídas hace unas pocas horas y cada día se hace más difícil la búsqueda de tu verdadera identidad, que se lleva de encuentro la mía.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Desesperadamente buscando a Lorena

El pasado miércoles, fui con mi amiga la Negra a una exposición de Antony Gromley en MARCO. No sé bien cual es la idea de la exposición, pero fuimos porque ella participó como modelo y van a poner una escultura suya en la misma.




En la primera etapa de la exposición, estarán solamente las cajas de madera que se supone contienen las esculturas, al entrar está una lista de quienes participaron como modelos y, por medio de su número en la lista, tienen que buscar su caja.




Entre las explicaciones que medio le escuchamos a uno de los guías, era que el autor pidió que las cajas fueran colocadas en desorden, precisamente para que los visitantes anduvieran entre ellas hasta dar con la suya o de sus conocidos.




De entrada, la idea me pareció medio catastrófica, pero conforme empezamos a buscar la caja de Lorena, fui dándole un sentido simbólico a la búsqueda. Y es que, lo encontré muy parecido a como busca uno en la vida real a su media naranja.




De entre miles, quizá millones de personas, empezamos a buscar, un tanto por diversión, un tanto por curiosidad, pero de una manera desordenada, sin fijarnos en los detalles, sin tener objetivos muy bien trazados. Conforme pasa el tiempo(asi me pasó en la exposición), fui dándole un orden a mi búsqueda, y fijándome en algo más que el número que intentaba localizar, sino en lo más parecido a lo que quería encontrar(en este caso, la altura y la dimensión de Lore).




No podría explicarles lo divertida y entretenida que estaba en mi búsqueda, sobre todo cuando empecé a relacionarlo con la manera en que intentamos dar con quien sea parte de nuestra existencia. Finalmente, pegué un grito cuando di con el objeto de mi búsqueda, imagino que asi será en la vida real, cuando entre miles de cajas sin rostro, encuentre la de la justa medida, la que cubra la falta, la que complemente mi vida.

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Tan simbólica resultó la exposición, que en otra parte también sucedió algo semejante a lo que sucede en la vida real.
Cuando más oscuro está, cuando más angustiados nos sentimos, cuando pensamos que vamos a caer, a desfallecer, a salir corriendo, siempre habrá una mano amiga que tome la nuestra, la apriete con fuerza y no le permita cesar, le aliente a avanzar y festeje el triunfo de haber vencido a la adversidad... ¿o no Negris?