martes, 26 de agosto de 2008

MIS MALOS DÍAS

No, no son como los de la mayoría de la gente común y corriente, no responden a cuestiones lógicas, ni a razones concretas, no suceden por cosas normales como un corazón roto, una traición, la pérdida de un ser querido, nooooo señor.

Mis malos días aparecen por motivos más allá del entendimiento humano, de la nada y del todo, de ínfimos detalles estúpidos que alimentan una paranoia más estúpida aún. Basta un aleteo de mosca percibido como agresión, para desatar toda clase de sentimientos negativos.

En esos, mis días nefastos, el mundo no debería existir, no porque me dañe o me haga sentir peor, sino porque siento ser un peligro para él. Y es que, no tiene por que sufrir las consecuencias de mis malos días, de los que aparecen cuando menos se espera, cuando menos se les entiende, cuando menos se les puede soportar.

Son días en que prefiero recorrer una ciudad entera caminando sin más compañía que la de mi soledad, como dice mi abuela: Sola y mi mal genio. SOLA, si, más sola que la una, estúpidamente sola, teniendo a mano gente que estaría dispuesta a compartir mi mal genio, pero a quienes no puedo permitírselos... al final, el remordimiento y el sentimiento de culpa serían peores que el día nefasto en sí.

No hace falta ser adivino para saber que tuve uno de esos hace muy poco, inexplicable, irracional e imbécil como él solo... o como yo misma.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Una semana de regalos...

Mi carro me regaló alimento de vampiros... como si el sábadomingo no hubiese tenido suficiente.

Me regaló un rojo amanecer que se tornó violeta... aunque el sol decidió que quería esconderse tras el gris de la mañana.

Me regaló tiempo, para mi, para caminar y disfrutar del aire.

Y todo gracias a una banda rota..........

Ironías de la vida


AAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHHH


Tengo muchas ganas de escribir, hay varias cosas que traigo en el tintero, de hecho, una, hasta se me olvidó jajaja.

PERO.... hace como una hora me hicieron pasar dos corajes, pero... de aquellos.... así que... la inspiración voló, y eso me hace enojar todavía más.

¿Por qué? Por la simple y sencilla razón de que estoy en un ciber café, tengo que pagar para usar la computadora, porque la mía está prácticamente MUERTA. Hay una mac en la casa, pero... NO GUARDA LOS BORRADORES! Incluso, no recuerdo si se puede publicar desde ahí.... así que..... ESTOY BASTANTE FRITA.

Esperemos que en los próximos minutos se me pase un poco la muina y alcance a poner en palabras tantas cosas que me revolotean por la mente y me dicen: ESCRIBE, PENDEJA! Que luego se te va a ir el avión y está chido esto que quieres decir.

Any way...

miércoles, 13 de agosto de 2008

Imágenes que impactan

Hace unos días, justo antes de irme a dormir, mis hermanos estaban viendo las olimpiadas, lo que estaba en ese momento eran las eliminatorias de halterofilia.

Una participante estadounidense era elogiada por los comentaristas debido a la energía que reflejaba su rostro, estaba llena de confianza, de buena vibra y ellos se deshacían en alabanzas hacia ella. Estaba a punto de preguntar si no había alguna participante mexicana, por el recuerdo de Soraya Jiménez, cuando apareció.


Su nombre es Luz Mercedes Acosta, originaria del estado de Sonora y, la verdad, fue impresionante verla participar. Entro con una gran seguridad, misma con la que levantó su pesa de 101kgs, seguida por dos intentos de 103kgs, agenciándose el primer lugar de ese grupo. Finalmente, ocupó un decoroso octavo lugar, siendo su primera participación en JO y habiendo tenido una lesión en la espalda hace menos de un mes.

Lo que me impresionó, fue su semblante, sereno, lleno de determinación, mientras las demás participantes que me tocó ver, reflejaban un enorme esfuerzo en sus rostros, las mismas muecas y gritos de la gringa daban cuenta de lo difícil que le resultaba dar su mejor esfuerzo, Luz parecía estar levantando una pluma.

Lo hacía ver tan fácil y tan difícil a la vez, que me fui a dormir con un sentimiento de orgullo que no me cabía en el cuerpo. Imaginaba todo lo que debía pasar por su mente al momento de levantar de una esa pesa.

Esa pesa en la que debe haber cargado más de 100 kilos de esperanzas, de ilusiones, de contratiempos, de prejuicios, pesa parecida a las que millones de mujeres levantan día a día, sacando adelante a sus familias, terminando sus carreras, abriéndose paso en un mundo diseñado y gobernado por hombres.

Demostrando sus capacidades, sus atributos, más allá de cuerpos bien formados o sonrisas blanqueadas, siendo y no pareciendo. Dejando de lado ser la esposa de, la madre de, para convertirse en UNA MUJER, en toda la extensión de la palabra.

Cuando te quitan las ganas de soñar...

"Trabajamos cumpliendo sueños", es el lema de la Lotería Nacional, y si, me imagino que a lo largo de todos los años de existencia de la institución, han cumplido los sueños de mucha gente que, llena de ilusión, compra un "cachito" o hace su "vaquita" junto a otras personas para comprar algún boleto o serie para un sorteo especial.

Y bueno, yo he pensado, mejor dicho, soñado, con todas las cosas podría hacer si me ganara cierto premio de la lotería, si es menor, pagar deudas, comprar un carro usado, hacer un viaje familiar, etc. Si es un premio como el de 30 x 30 (30 millones comprando un boleto de 30 pesos), invertir en una casa, comprarles una casa nueva a mis papás, viajar, ayudar a mis familiares, a mis amigos, invertir en tantas cosas.

Si, sueño y sueño en grande, aunque en fechas recientes, me he quitado esa buena costumbre de visualizarme gastando dinero que la Lotería Nacional y la suerte tuvieran a bien regalarme. La razón es muy sencilla, tan solo de pensar que teniendo dinero en mis manos, se atravesaran en mi camino algún grupo de esos hijos de la mala vida mal llamados "secuestradores"(porque lo que verdaderamente son, no me alcanzan las palabras para describirlos), se me quitan las ganas de ganar.

No, mi temor no despertó con el tan difundido caso del jovencito de apellido Martí, que ha ocasionado que todo el mundo se vuelque a pedir represalias ejemplares contra sus captores, sino con una situación que carcome la existencia de muchos mexicanos, que quizás no hayan recibido tanta atención como este caso.

Y es que, es algo que se está volviendo tan cotidiano, tan cercano a cualquier región de la república y en algunos casos, ni siquiera tiene que ver con personas de alto nivel económico, sino que por ganarse tal vez 5,000 pesos, que es lo máximo que pueden sacar de una tarjeta en un cajero automático, estos tipejos tienen atemorizado a todo un país.

Si, me han quitado las ganas de soñar con ganarme la lotería, por el pánico que siento de pensar en que puedan hacerle daño a algún miembro de mi familia, por el horror de ser víctima de un secuestro y pensar en lo que sufrirían mis familiares.

Mismo horror que sienten miles de padres, hermanos, hijos, esposos, amigos en este país durante los cientos de horas, quizás días, de angustia que pasan mientras su ser querido está en algún lugar inimaginable, o cuando reciben alguna "prueba" de que efectivamente estos individuos los tienen en su poder.

Y es que, no hay consuelo posible para quien tiene un ser querido en esa situación, no hay terapia que alcance para conformar a quien estuvo cautivo, ni hay castigo suficiente para quien comete un acto tan abominable contra un semejante, cualquiera que sea su razón para vivir a costa de maltratar de esa manera a los demás.

Ojalá la misma angustia, los gritos de desesperación, el llanto y el sufrimiento, tanto de quien fue secuestrado como de quienes lo buscaban y esperaban desesperadamente, los acompañe en sus pensamientos hasta el último día de sus vidas, ese quizás sea el mejor castigo, ya que la vida para sus víctimas no volverá a ser vida después de toparse con ellos.