viernes, 19 de septiembre de 2008

MAMMA MIA!


Creo que mi vida siempre ha sido muy musical, desde mis tíos y tías, que me ponían a escuchar desde Camilo Sesto, hasta Menudo, pasando por Lipps Inc. y otras delicias ochenteras(comprendan, fui la única sobrina por mucho tiempo y los hermanos más chicos de mis papás eran adolescentes al cuidado de su sobrina), hasta mis papás que llenaron mi vida de boleros y cosas de su época juvenil.

Pero con todo y eso, hay cierta música que me provoca cosas que no puedo explicar, por un lado, como ya lo mencioné alguna vez, están las cosas fiesteras y por otro, Abba. Ya se me había manifestado con la que es una de mis películas favoritas, "La Boda de Muriel" y ahora, con Mamma mía.

No puedo explicar lo que siento con las canciones de Abba, contrario a lo que me sucede con las de Los Decadentes que me hacen feliz y me ponen eufórica, con éstas me da como nostalgia, me meto totalmente en las canciones y lloro como Magdalena. No de tristeza, es de algo que no me puedo explicar(que repetitiva la señora jajaja).

Sobre todo, con esta escena que pondré a continuación, no no no.... prepárenme los kleenex :P


jueves, 18 de septiembre de 2008

Reconciliada con U2

Día gris, extraño, con el santo volteado, de esos en que me vuelvo tóxica para el mundo. "Tienes que ver U2-3D" sonaba en mi cabeza, el cine barato de los miércoles, no lo fué, porque era digital, tercera dimensión y blablabla. Valía la pena, era U2, si había pagado el boleto para el concierto y había soportado el frío, ¿qué mas daba?

No me declaro la máxima fan, ni me sé todas las canciones, pero recuerdo que el concierto lo esperé con muchas ansias, ése y el de Aerosmith pensé que tendría que cruzar alguna frontera para verlos, pero no fue así. Con solo escuchar The sweetest thing, que es una de mis canciones favoritas, hubiera bastado, pero no la cantaron.

¿Por qué reconciliación? Porque el concierto no lo disfruté al 100, por mil cosas que pasaron en mi vida desde una noche antes, lo que más recuerdo era que moría de frío, que por no llevarme mi bolsa me quedé con las ganas de un Starbucks caliente, que me habría caido bastante bien(también con eso me reconcilié, porque saliendo me fui por uno :P )

Lo más memorable del concierto(además del cielito lindo improvisado iniciado por Bono), fue precisamente él, Bono. Nunca me he considerado su seguidora, ni siquiera por su labor más allá de la música, que debería ser asi como que mi hit, no me parece agradable en ningún sentido y su voz no me parece la más privilegiada, pero solo bastó un abrazo para que cayera rendida.

Obviamente el abrazo no me lo dió a mi, se lo dió a una chava que subió al escenario, ni siquiera recuerdo en qué canción, pero su cara lo decía todo, era uno de esos abrazos que se dan más con el alma que con los brazos, iguales a los que me inquietan tanto de las escenas finales de Amelié(mi sobrino me entiende)... uno de esos que necesito demasiado en este momento.

Y bueno, verlo en tercera dimensión, casi pegándome con los micrófonos y tropezándome con los cables, fue razón suficiente para sentir que había sanado una herida que se quedó abierta en el concierto, la desazón de sentir que no lo había disfrutado, ayer pude, sobre todo en ese momento en que casi sientes como la mano de Bono está a punto de tocarte en Sunday bloody sunday...


Tengo que poner un video, de una canción que me pegó demasiado hace unos días, no sale en el concierto y no creo que la hayan tocado cuando los vi en vivo, peeeeeeeeeero.... es lo máximo! Casi puedo equipararla con The Sweetest thing y eso es decir demasiado