martes, 28 de junio de 2011

A quien corresponda...

tal vez no debería escribir, pero el deber es algo que hace tiempo estoy intentando borrar de mi vocabulario.

No imaginas lo mucho que tengo que agradecerte, no tienes idea de la revolución que has causado en mí, lo que he podido expresarte se queda muy corto para lo que has significado en mi vida.

No te asustes, no estoy dejando volar al corazón, como siempre, es más una cuestión racional, que tanto bien me ha hecho últimamente.

Por increíble que te parezca, normalmente no soy así, eso se ha venido agregando a todos los cambios que he hecho últimamente, para mi y solo por mi. Sucede que caes en mi vida justo cuando suceden esos cambios y con la mente abierta y dispuesta a escuchar, que me he sentido con la libertad de dar rienda suelta a mi imaginación.

De lo que sucedió, puedo decir mil cosas, hablar de tu mirada, de como disfruté viéndote disfrutar, de tus nervios, de las risas, las miradas, las sonrisas, el sudor, el calor...ahondar en detalles solo servirá para hacerme sentir de nuevo y pintará una sonrisa en mi rostro, pero no para llegar al punto que quiero.

A decir: GRACIAS, por enseñarme que puedo ser más aún de lo que siempre imagino de mi misma.

Sin presiones, sin esperas...

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