LA MALA PUBLICIDAD PARTIDISTA

Ha sido muy publicitado, llevado y traido el Forum Universal de las Culturas que está próximo a celebrarse en Monterrey, bastante polémico ha resultado en la ciudad, sobre todo porque se ha gastado una enorme cantidad de recursos económicos en algo que a todas luces parece inútil.

Y digo parece, porque nadie ha dicho a ciencia cierta, ni ha puesto en fríos números los beneficios que éste traerá al Estado de Nuevo León. Lo que si, es que han generado bastantes empleos temporales con la contrucción de tantas cosas mal planeadas y entregadas a destiempo, pero eso es harina de otro costal.

Dentro de las obras que se han edificado en la ciudad, resalta la ampliación del Paseo Santa Lucía, que inicialmente abarcaba de la calle Dr. Coss aproximadamente hasta Nicolás Martínez o algo así, que son como 3 cuadras. La finalidad, es que se extienda hasta Fundidora, que ahí si ya es más o menos un kilómetro(si no es que más). El Paseo Santa Lucía, es un lago artificial en el que uno puede rentar lanchas y pasear por el mismo en ellas o caminando a las orillas, que están pavimentadas.

Esta obra tan criticada en tantos aspectos, parece ya estar concluida y este lunes vi por televisión un comercial donde hablaba de las Fiestas de Santa Lucía o algo así, la verdad es que no le puse mucha atención, pero creo que hacía referencia a que se van a celebrar las fiestas patrias el próximo fin de semana y acto seguido, la fundación de Monterrey(20 de septiembre), con lo que dará inicio el dichoso Fórum.

Lo que si me llamó mucho la atención, fue el logotipo que utilizaron para publicitarlo, fue tal la impresión que me causó, que si hubiese estado comiendo, me hubiera atragantado. Espero poder explicar el gráfico que vi en la publicidad, porque no lo encuentro por ningún lado. Era una especie de río, hacía una "S" y tenía como que el caminito a los lados. Bueno, no importa que tan bien pueda yo explicar o que tanto me puedan entender, porque lo que causó mi asombro no fue la forma, sino los colores que utilizaron para el mismo.

En mi hermoso estado de Nuevo León, somos gobernados este sexenio por una administración estatal de extracción priísta, cuyos colores emblemáticos son, como la bandera nacional, verde, blanco y rojo. Cabe señalar que habiendo yo laborado por dos años en una dependencia del gobierno estatal, puedo constatar que te graban bien en la cabeza que ningún tipo de publicidad, anuncio, logotipo, emblema, etc. etc. etc. puede llevar el color AZUL, que es netamente panista, por lo que todo se hace en tonos verdes o rojos, preferentemente.

Bueno, ustedes imaginarán, que estando en un lugar donde el presente año ha habido más de 80 ejecuciones ligadas con ajustes de cuentas, venganzas, peleas de territorio y demás hermosuras relacionadas con la delincuencia organizada, no fue nada grato ver el dichoso logotipo del riachuelito ROJO con las orillas verdes.

Lo primero que salió de mi boca hacia mi hermano (por cierto, criminólogo recién graduado), que estaba sentado junto a mí fue: "¡¡¡No manches!!! ¿Qué diablos les pasa poniendo ese río rojo? ¿Es el río de sangre de tanta ejecución o qué?", mientras él sólo reía, preguntándose lo mismo.

O sea, no puede ser que en el afán partidista más absurdo, no se haya detenido a pensar NADIE en lo que estaban publicitando, como ya he mencionado en posts anteriores, creo que no se toman la delicadeza de preguntarse el efecto inconsciente que la imágen va a tener en quién la vé.

Yo sé que a lo mejor nadie va tan profundo y exagerado como yo y les estoy pareciendo una loca, pero la imagen fue simplemente grotesca. Y al parecer, alguien notó el detallito(ya que había salido en la televisión y, seguramente había costado algunos milecitos de pesos), porque me comentaba el día de ayer mi hermano, que ya vió un logo nuevo, donde el cauce del río es verde claro.

No he tenido oportunidad de ver el cambio, pero si lo hicieron, aunque a destiempo, creo que fue la mejor decisión que pudieron haber tomado, y seguramente fueron varios los regañados por el incidente. Sobre todo ahora, que al parecer volvió a nuestras calles la lluvía de balas, la que la primera mitad del año no dió tregua casi ningún día y había estado ausente los últimos dos meses.