domingo, 5 de octubre de 2008

Observar y escuchar

Tal vez dos cosas básicas para mi función profesional, que en el mundo real pocas veces se detiene uno a hacer. Haber decidido seguir la juerga en soledad, me dió la oportunidad de realizarlas y sentirme realmente relajada.

Ya en alguna ocasión, me había dedicado con mi family trasnochadora a viborear a los chavos de salen de los antros del barrio antiguo a eso de las 4am y fue realmente divertido, desde ver a quienes se abrazan para no caerse, víctimas de los influjos del alcohol, hasta quienes tienen su telenovela personal y van llorando con los zapatos en la mano y el maquillaje destrozado.

Pero lo de ayer, lo de ayer fue diferente. Me detuve en el mismo lugar, luego de pedir a mi fallido intento que me dejara sola, ya que no podía seguir en compañía de quien solo me daría un taxi y ahí empezó la aventura.

Primero, viendo la misma escena que la vez anterior, luego, tomando un taxi hacia la ansiada cena. Ahí, me dediqué a esperar y comer en paz y silencio, observando a quienes llegaban, quienes se iban, quienes hablaban, quienes se desesperaban, escuchando pláticas ajenas, sonidos, expresiones, risas.

Tal vez inspirada por el "Vuelo de mariposa" escuchado unas horas antes, me sentí como tal, una alada espectadora del bullicio de quienes terminan la noche degustando tacos a altas horas de la madrugada, con sus compañeros de juerga, lo que tantas otras veces he hecho yo misma.

1 comentario:

la jaibita dijo...

Yo soy de esa familia trasnochadora...

Pero ahora joteo temprano... no es justo...

jajajajaja

me rehuso a seguir con mi ritmo de vida (despertar temprano, dormir temprano)

Dile NO a la jotería!!!