Pasando estos últimos días entre princesas dormidas y príncipes que buscan a la princesa correcta para invitarla a disfrutar de la vida fuera de los sueños, me preguntaba si podía ser una de ellas, pasiva, inmóvil, esperando que alguien llegue a despertarla, a movilizar su vida, a hacerle ver que sin el príncipe no hay movimiento.
Pero la heroína en que me convertí al terminar la semana, encontrando un pequeño tesoro perdido me dió la respuesta, mi vida no es así. No sé esperar, de hecho la espera, me desespera, tengo que buscar y ser, yo misma, yo sola, yo siempre, mi movimiento soy yo, sin accesorios ni vehículos.
Pero la heroína en que me convertí al terminar la semana, encontrando un pequeño tesoro perdido me dió la respuesta, mi vida no es así. No sé esperar, de hecho la espera, me desespera, tengo que buscar y ser, yo misma, yo sola, yo siempre, mi movimiento soy yo, sin accesorios ni vehículos.
Aunque rematé dándome cuenta que también puedo ser una villana, una bruja que busca satisfacer sus propias demandas a costa de hechizar a quien pueda cumplirlas. Y los hechizos no funcionan con cualquiera, no con quien se resiste a ser parte del cuento.
Y termino entonces, como nunca y como siempre, justo en el día que no quería estar sola, acompañada de un fantasma, que no termina de irse, ni de quedarse, que no concluye, que está en el limbo, adivinando si puedo cruzar junto a él o debo dejarlo alejarse.
3 comentarios:
Pero a dondé llegas con eso, mejor una realidad, aunque cierta, y muy allegada, que a un sueño.
todos tenemos fantasias no???
Creo que alguien no sabe lo que es una metáfora.....
Yo no dije que no tuviera fantasías, ni que esté viviendo una fantasía, puse en palabras fantásticas lo que sucedió en mi realidad.
Any way, tnx por leer, Jesús
¿Porque agredes a tus lectores Sylvia Maria? jajajajaja
ps... como ke andamos en la misma sintonía... realidad... ficcion... realidad... ficcion... a webo me kedo con la ficcion jajajajaja
beso
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